miércoles, 24 de abril de 2013

Crónica deportiva

Las analogías deportivas son bastante buenas cuando se trata de hablar de hombres. Toda mujer en cualquier lugar de este mundo se ha tomado la molestia de indagar sobre algún deporte o algún equipo para poder interactuar con aquél chavalo dueño de sus supiros y que él piense "es el amor de mi vida porque sabe la alineación de Milan para el partido del sábado".

Yo por el contrario poseo conocimientos básicos/intermedios de deporte debido a mi obsesividad compulsividad por la cual me siento en la obligación casi física de responderme preguntas sobre la maldición del Bambino o la razón por la cual existe rivalidad entre el Barça y el Real Madrid (conste que los dos equipos me tienen hasta el mero birote de hastío) o quien es John Elway. Las dudas vienen por conversaciones 60%, capítulos de los Simpson 39% y chavalos 1% (ustedes creanme).

Hoy hace un rato, antes que me diera el ataque de insomnio, estaba haciendo la autopsia de mi cagada du jour y me puse a pensar obviamente en el por qué otra vez otra vez me lleva la gran puta, y llegué a la conclusión que las relaciones con los hombres son similares a los deportes. A continuación mis hallazgos:

- Hay hombres "golfistas": sólo les interesa meter un hoyo en uno y pasar al siguiente campo.

- Hay hombres "basquetbolistas": necesitan meter la mayor cantidad de canastas en el menor tiempo posible antes de irse al siguiente partido (estos son divertidos pero cansados)

- Hay hombres "futbolistas": los de soccer que te van a patear antes de meter el gol y los de americano que para anotar te van a taclear miles de veces.

- Hay hombres "surfistas": siempre en busca de la mejor ola se montan en cualquiera que venga.

- Hay hombres "basebolistas": a veces batean, a veces hacen foul.

Pero la lección más importante es: siempre andan buscando un mejor equipo o un mejor sponsor. Recuerden a Figo en los juegos post Barça... Así son las rupturas amorosas.